No es egoísmo, es amor propio: lo más importante eres tú, después los demás - CONSEJO



Amarse a uno mismo es esencial para darse cuenta de las propias fortalezas y debilidades, de los propios defectos y virtudes. Amarse a uno mismo es saber decir que no cuando se requiere, y no dejar que los demás te muevan a su antojo. Es pensar en ti primero para poder pensar después en los demás, porque uno no puede ofrecer mucho si por dentro se encuentra hecho pedazos.

Mi consejo es que te ames y que te respetes, que nunca le tengas miedo a nada. No le bajes a nadie la mirada, mira siempre a los ojos, no importa qué tan fuertes te parezcan. Saluda siempre con un fuerte apretón de manos, porque unas manos débiles revelan un corazón timorato.

Si ya no soportas a una persona, mándala a volar, no permanezcas ahí sólo por miedo a quedarte solo. Esto aplica tanto con amigos, familiares como con tu pareja. Aléjate sobre todo de la gente que te hace daño, de los que te ofenden, de los que te humillan, de los celosos, de los posesivos, de los que se aprovechan de ti. No dejes que nadie, absolutamente nadie, atente contra tu dignidad ni te haga ir contra tus principios.


Cuando hayas tenido un mal amor, no lo olvides ni le pidas a la vida que te deje olvidarlo, porque de los malos amores siempre se pueden aprender valiosas lecciones, sobre todo errores que no se deben volver a repetir. Nunca vuelvas con alguien si ya le dijiste adiós, sé una persona de palabra y cuando te despidas que sea para siempre. Tampoco aceptes que alguien que te abandonó regrese, pues, ¿tan poco vales como para dejar que vuelva la persona que se fue cuando más la necesitabas? No te humilles de esa manera. Ciérrale la puerta y no se la vuelvas a abrir nunca más.

Date cuenta que huir no necesariamente significa cobardía, sino la sabiduría de saber alejarte de los lugares de donde no sacarás ningún provecho. Evita los conflictos en la medida de los posible, no te metas en pleitos, no contestes las ofensas, no te rebajes al nivel de los que son groseros contigo, no merecen tu atención. Tú eres más valioso, manifiéstalo con tu indiferencia.

Finalmente, no dejes que nadie te diga lo que tienes que hacer con tu vida, ni siquiera yo con estas palabras. Tú eres dueño de tus actos y de tus pasos, sigue adelante, marcha por tu camino con la frente en alto y recuerda: ámate, porque lo más importante eres tú.
Atravez de : Ser Mejor