El gran amor de mi vida.



No todo el mundo tiene el privilegio de encontrar el amor a lo largo de su vida y mucho menos a ese gran amor “el amor de su vida” por fortuna yo tuve el honor de encontrarme con ese gran amor, ese amor que todos sueñan, que te hace suspirar, por el que sonríes y ríes sin pensarlo.

Esos amores de adolescencia que nunca sabes si trascenderán o quedaran en un recuerdo mas, esos amores con los que te quieres comer el mundo, momentos que estas seguro nunca olvidaras, se vuelven amores intensos en donde la mayoría de los momentos son extremos, en ellos encuentras la libertad pero también conoces el dolor.

Nuestra historia se escribe 12 años a tras, cuando nos vimos por primera vez  solo pensábamos el uno en el otro pero sin ser nada, fuimos compañeros de escuela por unos meses, nuestros caminos tomaron rumbos diferentes y nos dejamos de ver; no teníamos pista uno del otro, es mas, ni siquiera un numero telefónico o alguna señal donde pudiéramos encontrarnos, pero el destino, ese bendito destino nos hizo reencontrarnos para marcar ese amor apasionado que estaba por comenzar, si, no se cuanto tiempo o meses después nos reencontramos, retomamos esa espontanea amistad y después nos hicimos novios, fue tan extraño y hermoso a la vez.

Fue una relación intensa de amarnos y amarnos mas, de compartir momentos únicos e irremplazables, momentos que no se repetirán con ninguna persona, momentos que marcan tu vida, tu destino y sin saberlo tu futuro. Duramos un par de años  entre el  ir y venir de nuestras acciones, hasta que un día llego el final, ese triste final, que,  en realidad no queríamos pero nos teníamos que separar.


Cada uno siguió su camino tal como tenia que ser, nos distanciamos y no volvimos a vernos, quizá hubo un par de llamadas años después del distanciamiento pero sin gran trascendencia, eso solo  hacia saber que nunca habíamos dejado de pensar uno en el otro; Cada uno con su propia vida, sus proyectos y también nuevos amores, yo aseguraba que algún día nos habríamos de reencontrar, que la vida nos podría unir pues nunca había dejado de pensar en mi amor.

Pasaron los años y cada vez eran mas y mas largos los días, ese amor viviendo su vida y yo viviendo la mía, hasta que el destino decidió unirnos una vez mas, ese día no lo podre olvidar, después de 12 años nos volvíamos a mirar, frente a frente, lucia tan diferente pero seguía siendo “el mismo gran amor”, los nervios se apoderaron de los dos, nos veíamos y no había donde ocultar nuestro nerviosismo aunque disimulábamos era evidente, platicamos por horas, nos pusimos al tanto de nuestras vidas, reímos, coqueteamos y hasta nos pusimos tristes por historias de vida.

Al final de esa bella noche nos despedimos sin saber si habría un mañana, yo no quería perder la oportunidad, así que me acerque y le di un beso, beso que respondió.

Después de esa noche nada volvió a ser lo mismo, si  nos escribíamos y platicábamos amenamente, constantemente ese amor me mandaba mensajes para iniciar una conversación, nos vimos en una ocasión mas y todo fue genial, pero después de esa noche no supe que paso, de pronto un día me di cuenta que me había bloqueado, y fue ahí donde entendí que esto había terminado, lo que no había sido en un pasado no tenia porque ser en un futuro, que este presente quizá solo había sido un déjá vu de nuestros buenos momentos.

Aun hoy no entiendo que paso, ya no me tiene bloqueada pero tampoco me habla, yo decidí eliminar todas nuestras conversaciones y numero telefónico. Me prometí no volver a mencionar nada y no buscarle, admito es difícil controlar este sentimiento, pero también se que no debes aferrarte a lo que no fue, que debes guardar en tu cajita de recuerdos todos aquellos bellos momentos y arrojar a la inmensidad todos los malos.

Si alguna vez me lees quisiera saber ¿por que?  ¿A caso no habíamos prometido seguir hablando pasara lo que pasara? No entiendo y quizá no quiero entender, no existió un quizá, un por qué, mucho menos un adiós…

Fuente: Ser mejor.