Su mamá muere y despues de 10 años le llega una carta a su hija.




Cuando llegaste a mi vida todo cambió. Tenerte cerca ha sido el premio mayor que la vida me ha dado. No hay un momento del día en que no piense en ti, en que te extrañe, en que dé gracias al universo por tener la posibilidad de decir que ser tu mamá me ha llenado de cosas buenas, una montaña rusa de emociones que me hacen sentir amor en cada poro de mi cuerpo.

Quisiera poder regalarte todo lo bueno de este mundo. Quisiera de todo corazón que solo te pasen cosas que te hagan feliz. También sé que la vida está llena de sucesos de los que yo no podré protegerte, pero tienes que saber que al final del día, todo estará bien. Las lágrimas son parte del camino que tienes que vivir para seguir creciendo y yo quiero verte crecer en toda tu dimensión.

Espero estar siempre a tu lado para poder levantarte cuando te tropieces. Cuando te rías tan fuerte que tu carcajada se sienta al otro lado del mundo. Cuando conozcas el amor y quieras emprender tu vida acompañada. Quiero estar contigo en todo, en lo bueno y en lo malo, y quiero que sepas que cuentas conmigo para eso. Soy tu mamá y no hay mayor dicha en mi vida que hacerte saber que estoy aquí para ti, para quererte, para poner mi hombro cuando quieras llorar, para darte un abrazo y para tratar de aconsejarte.



Te quiero tanto que de solo pensarlo me emociono. A veces no sé cómo contener tanto amor. Experimentar la sensación de poder dar hasta la vida por otra persona es algo magnánimo, y me regalaste poder sentirlo por ti. Solo espero haberte criado bien y pensar que lo darás todo por seguir tus ideales, por contribuir en este vida que te ha visto crecer. A saber agradecer con humildad las cosas buenas que te pasan, a mantenerte siempre creativa, a tratar de alcanzar todos tus objetivos, a pensar siempre en que existe otra persona a la que le afectan tus acciones y a superar con fuerza las adversidades.

Te pido que con los años me vayas teniendo paciencia. Los días no pasan en vano y con el tiempo me olvidaré de algunas cosas, me cansaré un poco más y quién sabe qué destino me espera. Pero siempre seguiré siendo tu mamá, sintiendo lo mismo por ti desde el día en que te pusieron en mis brazos, y te acompañaré desde donde quiera que esté.

Te quiero infinitamente,

Tu mamá